¿No sabes cómo realizar el cambio de la titularidad de los suministros por la compraventa de una vivienda? En nuestro artículo te contamos cómo puedes hacerlo de una forma fácil y sencilla.
Cuando ejecutamos una compraventa de una vivienda y la correspondiente escritura, debemos cambiar sus suministros: la electricidad, el agua y el gas. Para ello, realizamos un simple trámite burocrático que nos sirve para cambiar la responsabilidad legal de una persona física a otra.
Importancia de cambiar la titularidad de los suministros tras la compraventa de una vivienda
Al realizar este cambio cuando compramos una vivienda, transferimos la titularidad de esos suministros, dejando sin responsabilidad al anterior propietario. Evitamos así posibles conflictos legales. En caso inverso, si vendemos dicho inmueble, nos aseguramos de que las compañías suministradoras no nos cobren recibos que no nos pertenecen.
¿Cómo realizar el cambio de titularidad de los suministros tras la compraventa de una vivienda?
Hay bastantes formas para realizar este proceso, sea de forma presencial o telemática. Debido al coronavirus, es aconsejable realizarlo por vía telemática para evitar riesgos. Al comenzar esta etapa, hay que tomar algunas decisiones. Es posible que queramos cambiar de compañía en cualquiera de ellos o cambiar. También es aconsejable que conozcamos el nivel de eficiencia energética del inmueble o la potencia en Watios que tiene. De esta forma, nos aseguraremos de adaptarnos a las necesidades que queremos, en el caso del gas y del agua.
Cambiar la titularidad del contrato de la luz
Al cambiar el suministro de la luz, podemos solicitar variaciones en nuestro plan y en nuestra tarifa. Antes de realizar este proceso, debemos realizar una estimación del consumo energético de nuestro hogar. Debemos calcularlo en función de los aparatos eléctricos de los que dispongamos (nevera, lavavajillas, horno, televisión…).
Para cambiar el titular, llamaremos a la comercializadora con los siguientes datos: nuevo titular y anterior, la potencia de luz contratada, la dirección exacta del suministro, una cuenta bancaria para domiciliar todos los recibos, el número de contrato y el Código Unificado del Punto de Suministro (CUPS). Esto supone un código alfanumérico entre 20 y 22 caracteres alfanuméricos, imprescindible para asegurar el abastecimiento de energía.
Cambiar de titularidad el gas
En el caso del gas, conviene tomar algunas precauciones extras. Debemos asegurar que se encuentra en buen estado con el fin de prevenir posibles accidentes domésticos y peligros para la salud y nuestra vida. También es conveniente asegurarnos de que no quedan facturas pendientes, ya que tras el cambio de titularidad, la compañía nos responsabilizará de esos pagos. Sabemos que es injusto, pero legalmente tendrías pocos argumentos para defenderte.
Tras realizar estas comprobaciones, puedes realizar estos cambios aportando los siguientes datos, por teléfono, online o en la oficina de atención al cliente de la compañía: DNI o documento equivalente de identidad y del anterior, la tarifa de acceso del gas, el CUPS y un número de cuenta bancaria. Todos los trámites no conllevan coste para el nuevo y antiguo titular del suministro.
Cambiar de nombre el agua
Como en el caso anterior, aunque en este caso no entrañe tanto peligro para la salud, sí que conviene revisar la instalación. Quizá tengamos que mejorarla y también existe el riesgo de que el contador no esté funcionando correctamente. Después de realizar este proceso, el método es similar a los pasos anteriores, poniéndonos en contacto con la compañía de forma presencial o telemática.
Sin embargo, en este caso, deberemos entregar un impreso en el que aparezcan los siguientes datos: la lectura del contador, la dirección del suministro, una cuenta bancaria, las escrituras de la vivienda y la fotocopia del NIF o NIE de todos los firmantes del impreso.
¿Qué pasa si no cambiamos la titularidad de los suministros tras una compraventa a tiempo?
Si el cambio de suministros se asume después del contrato de compraventa, lo más probable es que se produzcan conflictos con la compañía o el anterior propietario.
Pongamos un ejemplo práctico: has adquirido una vivienda usada en septiembre y el cambio de suministros se realiza en enero. En ese caso, las compañías reclamarán las facturas de octubre, noviembre y diciembre al anterior propietario. ¿Por qué? Al no haberse producido el cambio, legalmente las facturas corren a cuenta del antiguo morador. Un jardín que puedes (y debes) evitar.
Ahora que ya conoces cómo cambiar la titularidad de los suministros tras una compraventa, con grupo So&Ma y Qlip puedes hacerlo de una forma mucho más fácil. Nos encargamos de todas las gestiones de suministros, mudanza, limpieza, etc, cuando te mudas a una nueva casa. ¿A qué esperas?





